Uso de teléfonos móviles en centros escolares
El debate sobre el uso de teléfonos móviles en las escuelas es una cuestión candente en la actualidad, y España no es ajena a este fenómeno. Mientras el Gobierno español propone medidas para limitar su uso en el ámbito escolar, es importante observar cómo otros países europeos están abordando este tema.
Países que han optado por la prohibición total:
Francia, un pionero en este aspecto, prohibió el uso de teléfonos móviles en la enseñanza primaria y secundaria desde 2018, reconociendo el impacto negativo que pueden tener en las actividades educativas y en la vida comunitaria escolar.
Suecia también se ha sumado a esta tendencia, con planes para prohibir el uso de teléfonos móviles en las escuelas primarias, con el objetivo de minimizar las distracciones y fomentar un entorno de aprendizaje más centrado.
Rumanía ha implementado medidas similares, prohibiendo el uso de teléfonos móviles durante las clases y permitiendo a los profesores confiscarlos en caso necesario.
Países donde se está debatiendo la prohibición total:
Portugal ha estado inmerso en un debate sobre si el Gobierno debería prohibir o limitar el uso de teléfonos móviles en las escuelas, especialmente en respuesta a los casos de acoso escolar. Aunque una ley existente desaconseja una prohibición nacional, muchos creen que la regulación a nivel escolar es necesaria.
Los Países Bajos tienen planes para prohibir el uso de teléfonos móviles en toda la educación primaria y secundaria a partir del año escolar 2024-2025. Sin embargo, la implementación de esta prohibición se deja en manos de las escuelas individuales.
En el Reino Unido, si bien actualmente son los directores de las escuelas los que determinan las políticas sobre el uso de teléfonos móviles, el Gobierno está considerando recomendaciones para prohibirlos durante los tiempos de recreo, con el objetivo de abordar el comportamiento disruptivo y el acoso en línea.
Países donde la decisión está en manos de las escuelas:
Alemania, Italia, Bélgica, Austria y Hungría permiten que las escuelas determinen sus propias políticas sobre el uso de teléfonos móviles. Si bien algunas instituciones pueden optar por prohibirlos o restringirlos, otras pueden permitir su uso bajo ciertas condiciones.
Es evidente que no hay una solución única para este problema, ya que las políticas sobre el uso de teléfonos móviles en las escuelas varían considerablemente según el país y la cultura educativa. Lo importante es encontrar un equilibrio entre el aprovechamiento de la tecnología para el aprendizaje y la necesidad de mantener un entorno educativo centrado y seguro. En última instancia, la decisión debe basarse en las necesidades y circunstancias específicas de cada comunidad escolar.
En Extremadura tenemos circular normativa al respecto.
https://recursos.educarex.es/pdf/normativa-DGCEE/F31.pdf
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